Temazcal
El origen del temazcal es prehispánico y se tiene conocimiento que comenzó en el centro de la república mexicana. Se utilizaba en un principio para las mujeres que iban a dar a luz, para guerreros y ancianos que llegaran a acuerdos en beneficio de sus pueblos y eran ceremonias muy importantes que la gente disfrutaba por sus bondades.
Hoy en día en el temazcal se utilizan la hidroterapia, sanación a través del agua; termoterapia, sanación a través del calor; fitoterapia, sanación a través de las plantas y la psicoterapia.
Desde que se prende el fuego, se colocan también las abuelas piedras y ese inigualable olor a copal en donde te vas dando cuenta de que eres parte de todo, entonces pides permiso a los elementos, a los guardianes del lugar, a los seres de luz, a las cuatro direcciones y a la noche (luna) y al día (sol). En cuanto entras, te envuelve una paz y un calor que comprendes por que se llama el útero de la madre tierra, se hace un círculo con los participantes, se sahúman con copal y se sigue apreciando ese aroma delicioso. Ya estando adentro se manejan 4 puertas (tiempos), cada una relacionada con diferentes actividades y con un elemento:
La primera puerta con el viento, aliento que da la vida que ayuda a conocer mejor nuestro cuerpo físico.
La segunda puerta va dirigida al agua, que a través del calor y el vapor libera nuestras emociones con el sudor.
La tercera puerta es la del elemento fuego que simboliza la energía femenina que ayuda a transformarnos a través del cambio de nuestros pensamientos y acciones.
La cuarta puerta, es la del elemento tierra, donde aflora la memoria ancestral.
Finalmente, se ofrece a los participantes fruta, aguas de fruta y té.